y rompemos el hilo que cuelga de nuestra garganta.
Coincidir en el mismo segundo
para qué si lo sientes no me ahorras
por qué prefieres que sea ceniza
por qué prefieres tu silencio a mi verborrea.
Disculpa por mojar tus labios
por derribar tus ojos
por mirarte la boca y no las pestañas
es tanto más lo que necesito
tan mío.
No puedo.
Me opongo.
Te agarro de los extremos y te destrozo
te desaparezco.
Te juro que no aguanto
Perdón.
¡Ah! tu boca sigue en el mismo lugar
¿Por qué no la corres para poder concentrarme?
Que llueva, que llueva
inundarte.
Inventarte mío
divagarme tuya.
Nos subsistimos en una punta
duele que no me leas
y que mis letras resbalen por tus venas.
Aparta tu hielo,
consume mi arrebato.
Háblame ahora.
qué pasa conmigo que creo estas cosas,
no quiero hacerme cargo de ESTOS hijos.