jueves, mayo 29, 2008

un poco de nada

Mis manos se deshojan de a poco
y la suavidad va perdiendo la disposición de llover.
Mis ojos se pudren
y mi estómago resuena con relámpagos de tristeza.
el grito desparrama llagas endemoniadas bajo los orificios de los recuerdos
un pájaro aprende a volar
el otro, que es él mismo, cae despavoridamente cien pisos incontenibles
su jaula se ha roto
y susurra al viento
yo ya no hablo.

sábado, mayo 24, 2008

25 de Septiembre de 1972

Hija del insomnio
déjame hablar contigo.
Recurrir a pastillas

y elementos contundentes.

Te escondes y huyes

acordonas el tiempo
vives una infancia madura toda la.

Ajustas tu mano a las letras
y viertes sangre en ellas

es la muerte la que escribe
eres tú la que la padece.

Juraríamos que tu boca huele a café y tabaco

quiero besarte, arrancarte la vida
depositarla en hojas y encuadernarla.

Cuando padezca treinta y seis

sacaré las sin cuenta (cincuenta)
me impregnaré de seconal sódico
me uniré a tiy seguiré viviendo.

Te las regalo, porque la amas

porque la vida nos atrofia
somos arraigadas, nuestras raices se inclinan hacia la izquierda
Palpita.

Dormiremos contigo con los ojos abiertos
depositaremos en una jaula la abolengo
secónicamente colapsada

te secuestraremos y nos uniremos a tu llanto
mentiremos en tu nombre
y provocaremos tus mentiras.
Cortaremos de Dianas tu árbol
destituiremos los poemas
tocaremos tu boca tres veces antes de negarte.

Forzaré el destino para arroparte

una grieta en la muralla del dibujo
un poema mudo, blanco.

Invadiremos tu mundo
colmaremos de plumas el viento
en tus arterias colocaremos sal
y escalaremos muertas las olas del viento.

Muere Pizarnik
muere yo, pacotilla

mueran los ojos, las figuras, los puentes
muera la vida densa
muera lo existente, que de inmaterial todo.

Es tuya y también es mía

las tres visitamos
y nos visitará la muerte infinitas veces
somos analogía pura
desde 1936, veinte y nueve.



A Alejandra
y Francisca porque la ama tanto como yo
(A Isidro que me la prestó)

miércoles, mayo 21, 2008

Hombros sueltos por humedad

Mi boca succiona el epígrafe de tu plástico
absorbe las hojas botadas del piso
convierte en metal los suspiros
y ahoga el llanto consumado.

Mis ojos penetran la luz del foco
desarticulan la figura isocrónica del tiempo
apedrean la sombra de un árbol sin hojas
queman su tronco.

Mis manos captan el sabor de la lluvia
infringen el silencio continuo
desobedecen a los cánones jurídicos de la razón
montan un escándalo en medio de la pasarela.

Mi cuerpo se haya desarticulado
crea una historia sin paréntesis
imagina un túnel oscuro y paralelo
una estancia
y a un hidalgo con anteojos trizados.

jueves, mayo 15, 2008

colorín, colorado este cuento se ha acabado.

Cada pasaje de mi historia
pertenece al sector húmedo de las hojas
palabras que provienen de la acera
cemento que contiene la fuerza.

Con katana me rapo de dedos
atravieso mis pulmones
y controlo mis actos.

El territorio circunscrito tiene como enredaderas, lápices
un acento árabe, algo como lava.
Mis ojos se razgan
y colapso ante la seducción del sueño.

Los labios cristalinos
los pies semidesnudos
el sonido de sonarse
lágrimas que levitan.

Intento dibujar un corazón en tu mano muerta

Gandhi viene después.

martes, mayo 13, 2008

De aquí a Marte.

Me ahondas de tal manera
que tas el alma me colocas la mano,
tu mano,
al lado del corazón
y en tres compases seguidos aceleras mi pulso.

Amo de sobremanera esta puta realidad
el desearte prohibidamente
y que sólo tú poseas las cavidades de mi soma
y que me derrita entre los gemidos que relatan lo que vamos sintiendo
en cada inspiración.

Me amarras las pestañas
y susurras en mis ojos la belleza de nuestras manos tiritando.

Punto a parte
tu cuerpo es excelente
y tu pelo huele rico.