viernes, julio 13, 2007

[el otoño no se va, sólo invierno]

así
como la hoja rota en el suelo hecha polvo
como el eco perdido


el susurro del viento
el silvido cortante de una hoja
el olor de la sangre amontonada
el sentir del dolor
de la fragmentación
del otoño


sensaciones de no más
¿para qué si solo es dolor?
respirar duele
[... respirar, suena tan impersonal...]

jueves, julio 12, 2007

Paris je t'aime





Pelicula cortos besos amor ciudad
muchos viejitos en la sala
besos de viejo ¡qué amor!
salir a pasear con vos pensar en vos
sonreir
colgarme de tu cuello y besar
sentir esas cosquillas
Je t'aime

jueves, julio 05, 2007

terreno inefable

[...]

Caminar de repente y encontrarse en un pasillo sin nada más que una puerta en el final. El pasillo sólo está iluminado por dos antorchas que están a cada lado de la puerta. La puerta no se abre, sabes que no se abre pero todo tu cuerpo te lleva a abrirla, no te mueves ni un solo paso. Tienes miedo. No se abre.

[...]





Incertidumbre concentrada en pequeños pedazos del ser. El ente completo está seccionado en miles de pedazos. Es como una hoja de otoño: seca, que se cae del árbol y es pisoteada por todo el que pasa, nadie se da cuenta que está echa pedazos... (¿o quizás si?)
Que terrible la sensación de estar echo trizas, polvo, ineficiente.

Al llegar la nube negra, gris, de los 17 preguntas rebelión, ocasión para tirar todo hacia afuera, que reciban la agresividad; pero no.
El viento sopla en la cara y da de lleno en las costillas. En lugar de ir hacia a fuera triza por dentro, el interior parece un desierto, aquel del norte, un salar que tiene grietas de tanta sequedad. Asi queda el interior hecho pedazos, minúsculas partes como cuando divides uno por infinito, no hay nada unido.... Todo queda en estado vegetal, se siente conectado con mangueras, que le quitan parte de su vida, está consciente, sabe lo que pasa no entiende por qué.
Queda sólo la capacidad de respirar, y de unir algunas ideas, sinapsis loca por aqui y por allá sin consistencia alguna, todo esporádico y sin querer.
El motor que mueve se remite al amor que hay por hacer las cosas por hacer y deshacer todo obsesivamente, ordenado y limpio. Resulta que el hacer no es por el ser sino que es el ser mismo. La escencia se esconde en el ser que no es lo que es sino lo que hace. El hacer no refleja el ser, el hacer es ser. (¡que presocrático!)

Campo minado al explorar el interior e intentar abrir la puerta, donde se sabe que se está... pero quizas no hay... o lo que debería haber está perdido. Hay que encontrarlo, pero es escalofriante: ¿y si te come la bestia?

[*]


¿Es necesario encontrar lo que se es?
¿y si no se es nada?
¿y si da miedo encontrar?
¿y si no se puede ser lo bastante como para poder buscar el ser?